martha isarra en tiempo de arlequines

Ayer asistí a la velada musical que organizó la Dirección de Proyección Social dirigida por el poeta Manuel Pantigoso. Esta vez nuestros anfitriones nos acogieron en los jardines del Ccori Wasi. Noche, frescura, talento musical ¿Qué más se podía pedir? Hasta que salió a escena el entrañable Yaco Chertman, un director con vitalidad que se añeja y mejora con los años. Era tal el dominio, la calidez y el carisma que todos los presentes nos vimos cantando Feliz Navidad. También nos deleitamos con el excelente guitarrista apellidado Perkovich, la banda sinfónica de la universidad dirigida por el maestro Ubillús. Una linda noche, un buen espectáculo y la irrepetible alegría de haber vuelto a cantar dirigida por el talento del maestro Yaco Chertman. Fotografía tomada de la web de la U.R.P.

Quería recordar los años que tuve la fortuna de tener la amistad de Manuel Marzal y solo alcancé a recordar que entonces estaba en la edad de la ilusión a la vuelta de la esquina y la rebeldía agazapada en las palabras. Solamente pude recordar las muchas veces que no asistí a clases por una de esas improntas poética que luego corría a mostrar a este amigo tan sabio como paciente. Hablábamos de todos los temas en especial de mi crisis de fe, de los indigenistas y de mi lectura “El judío errante”. Devotamente compraba todos sus libros. Nunca se lo dije. Como tampoco te dije, querido Manolo, la profunda admiración y cariño que siempre me inspiraste. Muchos de los escritos de esos años fueron posibles porque siempre tenía un indeclinable oyente. Tus consejos fueron verdaderas profecías. Y es que Manuel Marzal tenía un notabilísimo talento para concertar la confidencia. Extremeño de nacimiento, Manolo dedicó la vida a ejercer un magisterio de amor al Perú, a su fe y a su carrera. Lo extrañé

Ya empezó la cuenta regresiva para que papis y mamis corran cual liebres en busca de la barbie o la figura de acción solicitada por sus querubines. No está mal. Los niños siempre seguirán amando los juguetes y cuando crezcan harán otro tanto con sus hijos. Sin embargo, luego no nos quejemos de lo poco que leen nuestros hijos. Si no tratamos al libro como un universo de entretenimiento y más, de aprendizaje y más, de cotidianeidad, es casi seguro que limitarán su presencia a espacios rígidos como la biblioteca o las aulas de una escuela. Confinado a esos espacios, el libro no tiene oportunidad para invadir el día a día de los niños, el día a día de las familias. El asunto es sencillo, en verdad, los libros deben estar en casa cada mes, deben ocupar parte de nuestro hogar, parte de nuestro presupuesto y, por tanto, parte de nuestra mente. Si luego de leer estas líneas, Se ha convencido que su niño debe, además, recibir un libro en esta Navidad; le sugiero alguno de los títulos que le pod

1. Es un proyecto integral que reúne LECTURA, TECNOLOGÍA DE PUNTA Y VALORES EN EL DESARROLLO PERSONAL tres aspectos claves en la sociedad de la información para formar estudiantes con visión de futuro, creativos y emprendedores. Nuestro proyecto abarca 5º y 6º de primaria y toda la secundaria. 2. Los libros que integran el Plan Lector Paidea son obras de consagrados autores peruanos y universales de acuerdo al grado que cursa el alumno. 3. Existe la necesidad de establecer una vinculación estrecha entre lo que se lee y lo que se vive. Por ello el Proyecto Lector Paidea ofrece simultáneamente un curso de valores vivenciado por los estudiantes con la asesoría permanente de un grupo de pedagogos especializados en orientación en valores de niños y jóvenes. Ello se realiza a través de un aula virtual de la que el docente forma parte. 4. Sabemos que los niños y jóvenes no aprenden a investigar adecuadamente a través de Internet. El Proyecto Lector Paidea le enseña a navegar productivamente,