La Feria del Libro en el Parque Kennedy era una sabia tradición de las pocas que persisten en nuestro espectro cultural. Cuando la semana pasada, leí un artículo de Alonso Cueto comentando la No Feria en el Parque Kennedy, no podía salir de mi asombro. Las actuales autoridades de Miraflores olvidan que Ricardo Palma fue un ilustre vecino miraflorino en cuyo homenaje existe un centro cultural y se hacía, además, cada año ese encuentro de bibliófilos, escritores, editores, libreros, intelectuales y culturosos que nos sentábamos en esa rotonda para celebrar la presentación de un libro, escuchar a un escritor admirado o curiosear por los exquisitos jirones de la nueva narrativa peruana. Era nuestra tradición y había cada vez más jóvenes, más escolares que vivían la literatura y la lectura, en particular, como un acto cercano, divertido, desenfadado y emocional. Las actuales autoridades de Miraflores esgrimen, a falta de razones, una serie de pretextos para evitar decir que para ellos la cu...