El primer cuento que leí al entrar a la adolescencia fue Bola de sebo de Guy de Maupassant. En esos años de tanta curiosidad por mi propio mundo interior, me pareció absolutamente irrelevante y rendí mi admiración literaria a Thomas Mann y Hermann Hesse. Pasaron muchos años antes de encontrarme con los cuentos de Maupassant. Recuerdo que estaba arreglando mi biblioteca (labor que me puede llevar meses y que nunca llego a terminar) cuando de pronto, un libro mal colocado me cayó en la cabeza. Se trataba de una edición rústica mexicana de los cuentos del narrador francés. No salí de la biblioteca hasta terminar de leerlo y fue así que, entre un fuerte dolor de cabeza y nuevos asombros, empezó una admiración por Maupassant. Me acabo de enterar por El País que Mondadori acaba de publicar una edición en la cual el setenta por ciento de relatos son inéditos. Ojalá pronto llegue a nuestras librerías. Reproduzco para ustedes parte de la nota aparecida en El país . Con la pretensión de ser la ...