Es un imperdible artículo de la escritora Rosa Montero: "Ya se sabe que cuando uno se rompe una pierna no ve más que cojos por todas partes, y que si te embarazas, el planeta entero parece atravesar una epidemia de barrigona gravidez. Puede que nuestro cerebro solo sepa mirar aquello que nos obsesiona, o puede que los acontecimientos vengan en rachas. A veces la vida encadena momentos espléndidos. Pero otras veces los hados se ponen tenebrosos y empiezan a menudear a tu alrededor las historias tristes. Por ejemplo, tengo una amiga, una violinista profesional joven y estupenda, que ha sufrido un accidente y se ha hecho un estropicio monumental en la muñeca y en el codo. Se recuperará, pero con esfuerzo y una buena dosis de ansiedad suplementaria. A menudo el destino es así de juguetón y malicioso: avería brazos de violinistas, piernas de deportistas, ojos de pintores. Al mismo tiempo, otro amigo, una de las personas más bondadosas que he conocido en mi vida, un tipo luminoso, ha ad...