"Al pie de la palabra, creo y hablo y lucho y canto, al pie de la esperanza"
Alejandro Romualdo ya no está más entre nosotros. Hace mucho nos había privado de verlo y escucharlo; sin embargo todos los poetas peruanos sentíamos su presencia cada vez más fuerte conforme pasaban los años y los poetas del 50 iban partiendo dejándonos más solos, más cercados de tecnología, de emergencias ecológicas en un mundo privado de las convicciones que hasta hace un par de décadas todavía llamábamos ideologías. Nos queda Belli, Chariarse y mucha soledad y mucha tristeza por la partida de nuestros poetas mayores, tutelares ellos, asequibles y tolerantes.
Un homenaje al hombre, ciudadano y poeta Alejandro Romualdo al pie de sus convicciones.
Agua con Luz
Ahora el cielo respira serenamente. El aire
arde sobre el espejo sensible y tú
-agua dormida- reposas bajo mis ojos.
El agua brilla en medio del silencio. El agua
donde el amor se transparenta, porque a través de ti
algo me mira, alguien me mira
desde tu entraña cristalina.
Tu pecho azul
tiembla. Y en él tu corazón
es el sol que palpita y llena tu cuerpo de luz,
de esa agua cn luz que haora eres: superficie dorada
que me revela más profundo y perfecto.
Eres el agua: el aire que ha cuajado de pronto
con un dulce peso: el cristal que no resiste
la tentación. ¡Serenidad que un solo beso destruye!
Tú me reflejas radiante como el milagro, impune
como el deseo. Y paso a través de ti mismo como una niebla
Sin fin
¡Ah, fusión del Amor: yo te miro y me miro,
Agua con sol donde no sé cual de los dos es más amor!
¡Oh prodigiosa fuerza, sin peso y abrumadora,
que en una sola mirada pude juntarnos tanto,
unirnos tanto hasta nos ser ninguno!
Ahora el cielo respira serenamente. El aire
arde sobre el espejo sensible y tú
-agua dormida- reposas bajo mis ojos.
El agua brilla en medio del silencio. El agua
donde el amor se transparenta, porque a través de ti
algo me mira, alguien me mira
desde tu entraña cristalina.
Tu pecho azul
tiembla. Y en él tu corazón
es el sol que palpita y llena tu cuerpo de luz,
de esa agua cn luz que haora eres: superficie dorada
que me revela más profundo y perfecto.
Eres el agua: el aire que ha cuajado de pronto
con un dulce peso: el cristal que no resiste
la tentación. ¡Serenidad que un solo beso destruye!
Tú me reflejas radiante como el milagro, impune
como el deseo. Y paso a través de ti mismo como una niebla
Sin fin
¡Ah, fusión del Amor: yo te miro y me miro,
Agua con sol donde no sé cual de los dos es más amor!
¡Oh prodigiosa fuerza, sin peso y abrumadora,
que en una sola mirada pude juntarnos tanto,
unirnos tanto hasta nos ser ninguno!
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