
Leopoldo Chariarse es un poeta insular en la literatura peruana. Incunable en esa magia que retiene su juventud tanto como un estilo decantado en finos versos en los cuales el amor, la melancolía y lo que no fue hallan nuevas sugerencias hacia la esencialidad de un ser esquivo, cercano, pletórico y siempre divino.
Su verso esteticista nos permite disfrutar de una elegante rigurosidad formal en la que brilla la pureza mística, el aroma del romancero del siglo de oro español, los poetas metafísicos y los simbolistas franceses.
Leopoldo es un hombre hermoso y musical como su poesía. Su verso y su voz tienen una maravillosa complicidad. Es un músico que nos llega del pasado, y más que del pasado, de una intemporalidad en la cual un laúd desgrana las notas de un corazón peregrino, auto exiliado y siempre enamorado de la nostalgia.
Hoy 31 de enero cumple 80 años y muchos siglos de sabiduría. Hoy es un buen momento para leer sus versos. Comparto con ustedes un ramillete de versos que siempre quise que alguien escribiera para mí. Feliz Día, inolvidable amigo y maestro. Desde este pequeño espacio el inmarcesible abrazo que siempre nace en alma cuando pienso en ti.
A la Aurora
Cielos y tierra abiertos a la rara
mirada del amor en breves días
de eternidad donde serena y clara
con la luz de tus ojos me nutrías
tú la que en el silencio me llamabas
y en la paz de tus noches me envolvías
buscándome y los brazos extenuabas
amorosa o volviendo a mí los ojos
desde toda tiniebla me mirabas
por qué al tocarte entre los dedos flojos
como niebla en la luz diluías
y burlabas a mí que al fin de hinojos
suplicante clamaba a ti que huías.
Su verso esteticista nos permite disfrutar de una elegante rigurosidad formal en la que brilla la pureza mística, el aroma del romancero del siglo de oro español, los poetas metafísicos y los simbolistas franceses.
Leopoldo es un hombre hermoso y musical como su poesía. Su verso y su voz tienen una maravillosa complicidad. Es un músico que nos llega del pasado, y más que del pasado, de una intemporalidad en la cual un laúd desgrana las notas de un corazón peregrino, auto exiliado y siempre enamorado de la nostalgia.
Hoy 31 de enero cumple 80 años y muchos siglos de sabiduría. Hoy es un buen momento para leer sus versos. Comparto con ustedes un ramillete de versos que siempre quise que alguien escribiera para mí. Feliz Día, inolvidable amigo y maestro. Desde este pequeño espacio el inmarcesible abrazo que siempre nace en alma cuando pienso en ti.
A la Aurora
Cielos y tierra abiertos a la rara
mirada del amor en breves días
de eternidad donde serena y clara
con la luz de tus ojos me nutrías
tú la que en el silencio me llamabas
y en la paz de tus noches me envolvías
buscándome y los brazos extenuabas
amorosa o volviendo a mí los ojos
desde toda tiniebla me mirabas
por qué al tocarte entre los dedos flojos
como niebla en la luz diluías
y burlabas a mí que al fin de hinojos
suplicante clamaba a ti que huías.
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