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La escuela según el diablo



Hace muchos años en algún país el diablo hizo su aparición, el traía una idea en la cabeza y trataba de convencer a la gente. Su idea era el hacer una escuela pero…¿Cómo sería esa escuela? Entonces se le ocurrió preguntar a las madres de los niños cómo era que sus hijos se comportaban y ellas empezaron a contestar con gran entusiasmo… ¡Los niños aman la naturaleza! ¡Ah… entonces los meteremos a cuartos cerrados en donde no vean ni siquiera el árbol de la esquina…! ¿Qué más les gusta? ¡Les gusta comprobar que la actividad sirve para algo! Entonces haremos de tal manera las cosas que su actividad no tenga ningún objeto - dijo el diablo. ¡Ah….! - dijo otra señora - Les gusta moverse, brincar, saltar, correr, aventar… Pues los obligaremos a estar sentados y quietos…. ¡Les gusta manejar objetos, servirse de las manos! - comentó una más. Pues que sólo manejen ideas, únicamente ideas…..¡Que no ocupen las manos! ¡Les gusta razonar! Pues que memoricen…! ¡Les gusta hablar! Que guarden silencio, ¡Prohibido hablar! ¡Les gusta investigar la ciencia! - dijo alguien por ahí. Hay que dárselas hecha.
La imagen fue tomada de http://www.linkmesh.com

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Y es así que el diablo, en su empeño de nadar a contracorriente, hizo cuanto prometía hacer, para `hacer´ de la escuela un lugar de pequeños títeres, pusilánimes chiquitos (pero en el fondo muy buenas personas, ojo con eso), o beoditos, borrachitos danzando el paso, siguiendo su sombra, mordiéndose la cola... Un día, nuestro diablo, generoso generador del fuego de nuestras cocinas, se vio recargado de tareas de ciencias, de alzar el dedo a la boca para imponer silencio, de formular tablas de multiplicación, de colocar grilletes en manitos y tobillos, de tapiar las ventanas para que no vean ni al perro guardián la Nueva Escuela, ni a la grama que éste pisa. El diablo, finalmente, ¡pobre!, declinó: ¡Ahora estamos en el limbo!
Unknown ha dicho que…
Muchos maestros le creyeron al diablo y aún hoy cumplen sus ordenes al pie de la letra
Unknown ha dicho que…
Muchos maestros le creyeron al diablo y aún hoy cumplen sus ordenes al pie de la letra
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